Como nos gusta tener durante dos
días seguidos cambio de Cristina. La semana pasada ya lo tuvimos y esta repetimos.
Pero como siempre primero vamos a
contar para que fueron los aspirantes que no fueron elegidos.
El primer aspirante en salir por
la puerta venía con el siguiente titular. “En Sevilla mi autoestima ha
desaparecido”. Grazia es estudiante de Erasmus y desde que está en Sevilla no
tiene ganas ni de mirarse al espejo. Ninguno de los tres estilistas
la quiere cambiar pero le dicen que es monísima y que se lo tiene que creer más.
“Quiero ir más guapa que mis
cuñadas a la comida de Navidad”. Valle viene de Gaba, Barcelona, y tiene 34 años.
Viene para tener ese empujón para saber cómo afrontar el cuerpo que tiene
después de que su metabolismo cambiara al dar a luz. Quiere ir el día de
navidad a comer y que todos se queden con la boca abierta y sobre todo para
sentirse mejor con ella misma. Le dicen que se tiene que sentir bien ella misma y que le de igual el resto y deciden no cambiarla.
El tercer aspirante se presentaba
con el siguiente titular. “Tengo una “JARTÁ” de motivos para venir”. Vito es de Sevilla y tiene 30 años. Es sevillano
y le gusta en mundo manga y todo lo que
tenga que ver con los dibujos animados. Quiere un look que represente lo que él
lleva dentro y sus gustos. Ninguno de los tres lo cambian y le dicen que su
cambio no sería posible ya que tiene claro lo que le gusta.
Las elegidas para el cambio no iban a
dejar indiferentes a nadie y venían con el siguiente titular. “En el convento no
importa la ropa, pero fuera sí”. Priscila de 23 años y Rocío de 22 años vienen de Sevilla y ambas vivieron en un convento con las monjas por no poder hacerse
cargo de ellas sus padres. Se conocieron hace 10 años y desde entonces son como
hermanas. Nunca tuvieron ropa nueva como otras niñas de su edad, todo lo que tenían era
lo que la gente del pueblo les daba a las monjas para ellas. Finalmente Pelayo
y Cristina se quedan sin dar al botón para luchar por ellas pero los argumentos
de Cristina ganan a los de Pelayo para que ellas finalmente se queden con
Cristina.
En el primer contacto Cristina lleva a Priscila y a Rocío a una residencia de estudiantes de monjas para hablar con ellas de esa etapa que pasaron en el convento y de cuáles eran sus labores allí. Les preguntó cuáles son sus estudios y que pasó después
de cerrar el convento. Ambas se tuvieron que ir a sus respectivas casas y
seguir su camino otra vez con sus familias.
En la prueba de vestuario las
dijo a Rocío y a Priscila que ambas eligieran el look que pondrían a la otra y las
dos escogieron ropa oscura y amplia. Luego les probó más ropa más colorida para ver por dónde enfocar su cambio. Cristina les propuso ir a Q
dental a poner apunto sus sonrisas para el gran cambio final.
En la pasarela final Marta habló con un primo de Rocío y una amiga de Priscila para contar desde fuera como ven
la vida que les tocó.
Se abre la pasarela y salen Rocío y Priscila radiantes con un look totalmente diferente a lo que ellas estaban
acostumbradas a llevar, un look con estilo francés que les hacía estar a las dos con mucha más luz y muy
guapas. Los estilistas se quedan alucinados con el cambio y les dicen que están
guapísimas. Marta tiene una última sorpresa para una de ellas y es la hermana
de Rocío que aún no tenían el
gusto de conocerse en persona y por fin lo hicieron.
Nos encantan estos cambios tan humanos de gente que la vida no les ha dado nada pero que tienen un corazón enorme.
Programa online íntegro:
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